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Reinventando los tirantes de un vestido

  • Foto del escritor: Amy Dim
    Amy Dim
  • 29 jun 2020
  • 4 Min. de lectura

Estos días en los que ha tocado cambio de armario, he vuelto a sacar, como cada año, un vestido de tirantes largo hasta los pies que me volvió loca desde que me lo compré.

La verdad es que ha pasado tiempo desde que eso sucedió, mucho tiempo, pero el vestido me sigue gustando como si me lo hubiera comprado esta temporada.

El problema es que cada año me lo pongo menos. Y, ¿sabéis por qué? Pues por los tirantes que tiene.


Resulta que los tirantes de este vestido son unos cordoncillos que, ahora que ya no uso sujetadores palabra de honor, me impiden ocultar los tirantes debajo de ellos. Las que tengáis mucho y algún que otro hijo pequeño, sabéis exactamente a lo que me refiero. Que si le cojo en brazos, que si me tira del vestido, que si se agarra, que si me agacho... en fin... un peligro constante de que el vestido quede en cualquier sitio menos colocado donde debe.


Después de mucho darle vueltas, hoy he decido recuperar el vestido. Voy a cambiar los tirantes de cordon, por unos más anchos. Entre varias ideas para solucionar este problema, empecé por la más sencilla y fácil de llevar a cabo. Reutilizar los mismos tirantes que lleva el vestido. Y este ha sido el resultado

Te explico paso a paso cómo lo he hecho:


1. Los tirantes, son trozos de tela enroscados, por lo que el primer paso es desenroscarlos. Buscamos la unión y descosemos.


2. Buscamos la costura del cordoncillo y empezamos a descoser a lo largo poco a poco hasta llegar al final.



3. Humedecemos las tiras que hemos obtenido y las planchamos para ver que forma tienen, las medidas y ver si nos apañan para lo que queremos.



4. Después cosemos una tira con otra para hacer una pieza más ancha. Ya sabes, encarando derecho con derecho y cosiendo. Volvemos a planchar e igualamos el ancho de las piezas cosidas para que todas tengan la misma medida. En mi caso 3cm cada una más o menos.


Par mi gusto era demasiado estrecho (hay que tener en cuenta que esas tiras hay que doblarlas por la mitad, es decir, el tirante quedaría de un poco más de 1cm). Me tocó buscar tela alternativa que quedara en la parte interior del tirante.


No tuve que buscar mucho porque casualmente hacia poco había comprado un vestido por Internet que a la modelo le quedaba estupendamente, pero cuando llegó y me lo probé quedé horrorizada. No me gustaba ni el color, ni el corte, ni el largo...


Vamos, mi expresión al verme en el espejo fue : "Me parezco a la tia Paca". No valía ni para bajar la basura por la noche, pero me salió tan barato que no lo devolví. Seguro que lo reutilizaria para algo.


Y aquí estaba la oportunidad, porque daba la casualidad de que esté vestido tenía un color bastante similar al fondo del que estaba arreglando, así que este sería mi tirante interior.


Corte dos tiras de 2.5cm de ancho y del mismo largo que necesitaba.

¿Por qué 2.5cm? Pues porque como las telas son diferentes, quiero asegurarme de que en ningún caso la tela inferior se vea cuando lleve puesto el vestido. Con estas medidas, la tela principal ocupará toda la parte superior y algunos milímetros de la parte inferior.



5. Ahora toca saber el largo que voy a necesitar para cada tirante para ver si tenemos tela suficiente. Mi largo son 32 cm. Puedes medirlo con el vestido puesto a la altura que te gustaría o tomar la medida de otro vestido que tengas y que sea parecido. En ambos casos no olvides añadir un par de centímetros extra para coser el tirante al vestido.


En mi caso seguro que era suficiente, porque los cordones eran suficientemente largos para hacer un lazo arriba.


6. Llegados a este punto, enfrentamos ambas telas y cosemos primero por uno de los laterales y luego por el otro.



Hay que tener en cuenta que la tela principal es más ancha que la inferior, luego según vayamos cosiendo este segundo lado, tendremos que ir recogiendo parte de la tela principal para asegurarnos de que unimos los bordes de las dos telas.


7. Una vez finalizado el cosido, damos la vuelta al tubo de tela resultante. Bien con una pinza o con un pasacintas, un aparatejo bastante útil que venden en casi todos los sitios y planchamos teniendo cuidado en que la tela inferior no quede a la vista desde el derecho del tirantes y ya los tenemos preparados.



8. Ahora toca buscar los puntos donde los vamos a coser. No os dejéis llevar por los puntos donde estaban antes los otros porque no tiene por qué coincidir. En mi caso estaban demasiado pegados a la sisa y para unos tirantes anchos no tiene sentido. Mejor probarnos el vestido y dejar los tirantes sobrepuestos con alfileres. En mi caso, fueron a unos 12 centímetros de la costura lateral. 


9. Primero situamos dónde hay que coser los tirantes de la parte de la espalda del vestido. Los cosemos y después nos volvemos a probar el vestido y hacemos lo mismo con la parte de delante. 

Para coser los tirantes y que queden bien rematados hay dos posibilidades:

a. Meter tela de los extremos hacia dentro del tubo y coser, o

b. Coser primero con el tirante hacia dentro y luego una segunda costura hacia fuera y hacia arriba. En ambos casos disimularemos el final del tirante.


Yo elegí la segunda opción porque me da la sensación de que quedan más fijos ya que llevan dos pasadas de máquina.


Con un trozo de tela que me quedó, le hice una especie de anillo para ocultar la unión entre el tirante y el vestido para la parte de la espalda.


En la parte delantera no me hizo falta porque la unión quedaba bastante oculta debido al fruncido del nido de abeja que lleva el vestido.



Y ya tenemos un vestido con tirantes anchos que nos permite disimular los tirantes del sujetador y que pienso ponerme a partir de ahora mucho más a menudo.




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