Mi nueva plancha Prym

Hoy me he pegado un madrugón de campeonato. No eran ni las seis y media y tenía los ojos como platos y estaba descansada. No se por que esto no me pasa entre semana.

Bueno, el caso es que era un poco pronto para empezar a hacer ruido con la máquina de coser, así que he decidido ponerme a gestionar la montaña de restos de tela que tenía acumulado. Como eso solo es planchar y cortar, no hay ruido posible.

Era el momento de probar mi nueva plancha #Prym.

Obviando la dificultad que encuentro en abrir estos envases de plástico que vienen sellados a conciencia, la plancha es una monada. Además incorpora un recipiente para rellenar el agua, instrucciones en varios idiomas y una bolsa para guardar todo.

En general es una plancha con potencia y que funciona muy bien.

Quizá mejor para retales pequeños ya que debido a su reducido tamaño, el peso del cable descompensa un poco y dificulta que el arrastre sea ligero en superficies un poco más grandes.

Incorpora dos ventanas en su parte superior para poder controlar la cantidad de agua que hay en el interior. Lo que es muy útil a la hora de rellenar el depósito (que me ha venido a durar unos 40min).

En un par de minutos consigue su temperatura máxima, por lo que tampoco merece la pena tenerla siempre encendida mientras estás trabajando por si tienes que planchar algo.

Tiene un botón en el centro de la parte superior con el que puedes seleccionar si quieres planchar con o sin vapor.

La parte negativa que le he encontrado a la plancha: sin vapor funciona muy bien, pero cuando seleccionas con vapor, la plancha pierde un poco de agua y puede estropear la tela que estás planchando. No la usaría como plancha de viaje.

El conclusión, creo que es una buena opción para trabajar con piezas pequeñas. Para patchwork y para sellar entretelas termoadhesivas (que no necesitan vapor) es estupenda. Muy apañada.