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Restaurando una jardinera de madera

Seguimos enclaustrados y sigo aprovechando para dedicarle más tiempo a lo que más me gusta: enredar.

Hoy he terminado mi último proyecto: restaurar unas jardineras de madera que tenía en la entrada y que ya llevaban muchos años sufriendo la interperie. El barniz había desaparecido y había afectado principalmente al dibujo que tenían en la parte frontal casi hasta hacerlo desaparecer.

Hace cosa de un año los desmonté de la entrada y los lijé, decidida a recuperarles y que volvieran a mostrar como hace años, pero nunca me atreví a seguir adelante. Eran unas jardineras que había hecho mi padre al poco de comprar la casa. El dibujo también era obra suya, unas enredaderas pintadas con óleo. En el fondo me daba pánico estropearlas y tener que hacer desaparecer sus restos en la chimenea. El óleo y yo nunca habíamos sido muy buenos amigos.

Uno de estos días de encierro, mientras ordenaba el garaje las vi ahí apiladas en un rincón, cogiendo polvo. Tenía que decidirme. O intentaba restaurarlas o buscaba una solución alternativa, pero en el garaje no pintaban nada. Y ahí estaban, frente a mi, pidiendo a gritos que me arriesgara e intentara recuperar algo de lo que habían sido.



Así que me decidí. Busqué los óleos, unos pinceles y empecé a mezclar colores. Al principio me temblaba un poco la mano cuando empecé a pintar, pero poco a poco fui cogiendo confianza y las cosas fueron saliendo mejor.



Terminada la primera jardinera, me di cuenta de que debido al lijado, había partes de la madera que mostraban casi su color original y otras aun conservaban el teñido de la nogalina. El contraste no resultaba bonito, así que, al día siguiente, cuando el óleo ya estaba prácticamente seco, decidí darle unas capas de nogalina. Si quieres saber cómo aplicar correctamente al nogalina, te recomiendo que leas esta entrada: ¿como teñir madera?


Probé poco a poco hasta que conseguí el color más adecuado. Eso oscureció el blanco de la flor central y las pequeñas flores rosas. Ya no destacaban tanto y tuve que pintarlas de nuevo.



Aprendido esto, con la segunda jardinera seguí los pasos correctos que comparto contigo, para que no te pase como a mi:


1. Lijar la jardinera hasta eliminar todo el barniz

2. Preparar la nogalina al tono deseado

3. Dar la capa de nogalina hasta que tome el color adecuado.

4. Dibujar a lápiz el dibujo

5. Pintar con óleo y esperar un par de días a que seque

6. Barnizar



Llegados a este punto, sólo faltaba aplicar un barniz.

Utilicé un barniz de alta protección y resistente a la interperie de tono roble.



Apliqué una capa a toda la jardinera y después de un par de horas una segunda capa sólo al frontal. Lo dejé secar toda la noche.



Una vez secas, ya solo tenía que colgarlas y poner algunas flores que había comprado días atrás.






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